Las redes sociales son páginas de internet que se emplean para mantener vinculados. Entre las más importantes por el número de personas que las usan se encuentran Facebook, Twitter, Google+, Badoo, LinkedIn, Instagram, Tumblr y Pinterest. Las redes sociales sirven para permanecer en contacto con familiares, amigos, compañeros de trabajo, hacer nuevas amistades, encontrar personas que compartan nuestros intereses o que tengan problemas similares a los nuestros.
Estos nuevos medios de comunicación producen un efecto en la forma en que nos vemos a nosotros mismos, dado que en las redes sociales nos construimos una personalidad virtual: compartimos con los demás información acerca de nuestras aficiones, creencias, gustos, manera de pensar, ideología. A veces somos más sinceros cuando usamos las redes sociales, pero puede suceder lo contrario. Estas formas virtuales de comunicación tienen efectos muy positivos; no obstante, también puede generar consecuencias no deseadas.
Si llegamos a sentir que el único lugar en donde estamos bien es el ciberespacio, lejos de nuestros problemas, es probable que estos nos genere depresión y soledad.
El uso en exceso de las redes sociales puede provocar dependencia psicológica, es decir, una necesidad de estar al pendiente en forma constante de lo que se publica en estos sitios o de subir noticias, textos, fotografías, videos, etc. También afecta nuestra voluntad y libertad, pues limita la capacidad para disfrutar otras cosas, como la compañía presencial de las personas. Las redes puede generar alteraciones en los estados de ánimo, como euforia, sentimientos de culpa y disminución de la autoestima.
Libro: Ética 2, págs. 43-51
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